3b. Los isquiotibiales. Parte II: Desequilibrios posturales y artro-musculares como factor de riesgo
5. LOS DESEQUILIBRIOS POSTURALES Y ARTRO-MUSCULARES COMO FACTOR DE RIESGO EN LAS LESIONES DEL HOMBRO.
Las lesiones de hombro presentan una mayor incidencia entre los atletas que, en sus técnicas deportivas, precisan movilizar sus manos por encima del nivel de su cabeza (deportistas "overhead").
La articulación glenohumeral posee unas zonas de contacto entre los dos huesos (húmero y cavidad glenoidea) relativamente pequeñas en función de la enorme movilidad que posee la articulación. Es por ello que la estabilidad y el control motor en esta articulación es especialmente importante. Si la acción muscular es determinante en todas las articulaciones, en el complejo del hombro es crítica su participación.
También es de vital importancia para garantizar una óptima estabilidad, el comportamiento de la escápula en los movimientos del complejo. El movimiento del brazo es un baile entre dos (húmero y escápula; clavícula aparte) que no se puede bailar individualmente. Y si el húmero baila individualmente, el riesgo de lesión está servido.
Al igual que el control lumbo-pélvico es vital para la estabilidad del miembro inferior, la escápula (hueso principal que relaciona los miembros superiores con el tronco) es fundamental para un movimiento estable, sano y controlado del miembro superior. Íntimamente relacionada con la escápula está la columna dorsal o torácica, cuya buena movilidad es fundamental para una óptima biomecánica de todo el conjunto.
También es de vital importancia para garantizar una óptima estabilidad, el comportamiento de la escápula en los movimientos del complejo. El movimiento del brazo es un baile entre dos (húmero y escápula; clavícula aparte) que no se puede bailar individualmente. Y si el húmero baila individualmente, el riesgo de lesión está servido.
Al igual que el control lumbo-pélvico es vital para la estabilidad del miembro inferior, la escápula (hueso principal que relaciona los miembros superiores con el tronco) es fundamental para un movimiento estable, sano y controlado del miembro superior. Íntimamente relacionada con la escápula está la columna dorsal o torácica, cuya buena movilidad es fundamental para una óptima biomecánica de todo el conjunto.
El movimiento coordinado entre la escápula y el húmero, denominado ritmo escápulohumeral, es necesario para un movimiento eficiente del brazo y para permitir un buen posicionamiento de la cavidad glenoidea optimizando así la estabilidad glenohumeral.
Vamos a intentar identificar los riesgos de lesión desde el equilibrio postural y artromuscular atendiendo a la postura y a la disfunción de la movilidad escapular y glenohumeral como principales factores.
El propósito del "II Congreso sobre la escápula" celebrado en 2013 en Lexington (Kentucky) fue discutir y aclarar el papel de la disfunción del movimiento escapular en diversas lesiones del hombro.