Ten paciencia y lee con tiempo, porque para entender los diferentes métodos de entrenamiento es necesario conocer ciertos conceptos algo farragosos de explicar. Espero hacerme entender bien. De entrada puede parecer un ladrillo, pero al final, si quieres mejorar tus ritmos, sacarás muchas cosas en claro.
Una vez que hemos visto en entradas anteriores los requisitos de una buena técnica de carrera, en esta entrada vamos a analizar el comportamiento del motor. Es decir, una vez que el chasis está correcto, que los engranajes de la trasmisión de la locomotora están derechos y que los raíles están perfectamente paralelos, podremos empezar a echar carbón a la caldera. Porque ya podemos echar el carbón que queramos, que si la transmisión de fuerzas no es la correcta y los raíles no están paralelos, la locomotora no alcanzará ni de lejos su potencial, y el riesgo de avería y/o descarrilamiento será muchísimo mayor. A esto me refiero cuando hablo del muro que se encuentran muchos corredores populares en su progresión. El error es seguir echando carbón sin alinear los engranajes ni poner los raíles paralelos. Carbón perdido.
La diferencia fisiológica (genética) entre un atleta que corre a 3 min/km y un popular que entrenando 4 y 5 días por semana, corre a 5 min/km y con gran dificultad para mejorar ritmo, no es tan grande. Además de una cierta ventaja fisiológica, la calidad del entrenamiento influirá pero sobre todo, influirá la técnica y en consecuencia, la economía de la carrera. Imaginen el mismo motor en un coche con forma de cubo y en otro completamente aerodinámico. Con el mismo motor, el coche aerodinámico machacará al cubo con ruedas. Y si el cubo con ruedas no está bien engrasado pues peor. Esa eficiencia en la carrera no es otra cosa que la técnica.
Una vez que hemos visto en entradas anteriores los requisitos de una buena técnica de carrera, en esta entrada vamos a analizar el comportamiento del motor. Es decir, una vez que el chasis está correcto, que los engranajes de la trasmisión de la locomotora están derechos y que los raíles están perfectamente paralelos, podremos empezar a echar carbón a la caldera. Porque ya podemos echar el carbón que queramos, que si la transmisión de fuerzas no es la correcta y los raíles no están paralelos, la locomotora no alcanzará ni de lejos su potencial, y el riesgo de avería y/o descarrilamiento será muchísimo mayor. A esto me refiero cuando hablo del muro que se encuentran muchos corredores populares en su progresión. El error es seguir echando carbón sin alinear los engranajes ni poner los raíles paralelos. Carbón perdido.
La diferencia fisiológica (genética) entre un atleta que corre a 3 min/km y un popular que entrenando 4 y 5 días por semana, corre a 5 min/km y con gran dificultad para mejorar ritmo, no es tan grande. Además de una cierta ventaja fisiológica, la calidad del entrenamiento influirá pero sobre todo, influirá la técnica y en consecuencia, la economía de la carrera. Imaginen el mismo motor en un coche con forma de cubo y en otro completamente aerodinámico. Con el mismo motor, el coche aerodinámico machacará al cubo con ruedas. Y si el cubo con ruedas no está bien engrasado pues peor. Esa eficiencia en la carrera no es otra cosa que la técnica.
La mayoría de los corredores populares entrenan sólo corriendo a su velocidad de crucero durante un tiempo determinado una y otra vez, día tras día. Está bien pero, para progresar lo máximo posible, no es suficiente. Si tus objetivos en la carrera es el gasto de calorías, la estética corporal o el mantenimiento de un buen estado de salud, lo que estás haciendo está bien y no debes seguir leyendo. Si tu objetivo es el rendimiento y la mejora de tus ritmos y marcas, continúa.
Para mejorar el entrenamiento es necesario conocer ciertas variables fisiológicas que los atletas profesionales por supuesto utilizan y que el corredor popular con un objetivo de rendimiento debería utilizar también. Una vez conocida esas variables, los diferentes métodos de entrenamiento aplicados en función de ellas nos harán progresar casi como profesionales.
Para mejorar el entrenamiento es necesario conocer ciertas variables fisiológicas que los atletas profesionales por supuesto utilizan y que el corredor popular con un objetivo de rendimiento debería utilizar también. Una vez conocida esas variables, los diferentes métodos de entrenamiento aplicados en función de ellas nos harán progresar casi como profesionales.